Temblor en el Párpado: Mioquimia

El temblor en el párpado suele ser denominado mioquimia

Todos hemos sufrido temblor en el párpado que nos han preocupado; lo normal es que se trate de mioquimia. Esto es, una contracción rítmica e involuntaria del párpado. Generalmente benigna, y debida a situaciones de estrés. El estrés puede ser general, o solo del ojo con Ojo Seco.

Es el resultado de contracciones involuntarias de la musculatura del párpado. Normalmente afecta al párpado inferior, pero puede darse también en el párpado superior.

Síntomas

Si padece mioquimia, o temblores en el párpado, los síntomas que puede percibir el paciente son, entre otros, temblor incontrolado del párpado superior o inferior. Este movimiento involuntario de la musculatura de los párpados, normalmente, es transitorio y espontáneo. Puede durar desde unos días y perpetuarse durante semanas, aunque lo más común es que desaparezca solo.

Causas

Las causas de los temblores en el párpado suele ser principalmente la fatiga y el estrés. También la cafeína o el consumo de sustancias estimulantes como el alcohol pueden generar estos temblores. Por último, otros causantes de estas contracciones son la sequedad ocular, los problemas de nutrición o algunas alergias.

Debe consultar con su oftalmólogo si la situación se mantiene demasiado en el tiempo o se agrava ya que, en algunos casos, puede confundirse con situaciones más graves como:

  • Blefaroespasmo severo. Supone el cierre completo e involuntario de los músculos del párpado.
  • Espasmo hemifacial. Es el resultado de un movimiento involuntario que afecta a todos los músculos de una parte de la estructura facial.
  • Síndrome de Meige. Consiste en un trastorno neurológico que genera movimientos involuntarios en la cara. Asocia espasmos incontrolados de los músculos oculares.

Tratamiento

El tratamiento recomendado en la mayoría de los casos es reducir el estrés, reducir el consumo de sustancias estimulantes como alcohol o cafeína y la correcta hidratación de los ojos. Debe revisarse la alimentación, y puede valorarse la ingesta de vitaminas suplementarias.

Si los síntomas persisten y se agravan, tras un estudio podría determinarse un diagnóstico más severo como el blefaroespasmo. En ese caso, podría aplicarse una infiltración de toxina botulínica.

Aún con todo, recomendamos los exámenes oculares rutinarios y acudir al oftalmólogo ante la repetición severa de estos síntomas.

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