Durante la primera semana de diciembre, tuvo lugar la expedición médica a Senegal. Un equipo médico joven desembarcó en Richard Toll, Senegal, con la aspiración de poder poner remedio a la ceguera evitable. En países en vías de desarrollo, la causa principal son las cataratas. También se consiguió diagnosticar y poner remedio al mayor número de enfermedades oculares que presentaban los pacientes en esta localidad.
Álvaro Rodríguez-Ratón, Oftalmólogo de IORR (Instituto Oftalmológico Rodríguez-Ratón), formó parte de este formidable equipo en calidad de cirujano especialista en operación de cataratas.
En esta ocasión, los miembros de la expedición veníamos de Bilbao, Canarias y Barcelona. Nos reunimos en Barcelona el sábado 7 para salir con todas las maletas de material. Tras un viaje sin incidentes de la mano de Vueling, nos hospedamos en Dakar la primera noche. Tras ello, salimos el domingo a primera hora hacía Richard Toll, una población muy pobre en el norte de Senegal, frontera con Mauritania. ¡Portábamos 13 maletas con todo lo necesario para poder atender a la población local durante una semana… y nos anunciaron que nos esperaban unos 2.500 pacientes!. Tras 7 horas de viaje, conseguimos llegar y montar la consulta y quirófano para empezar el lunes a tope.
En quirófano, costó como siempre buscar una buena ubicación con la máxima esterilidad posible. No obstante, los locales nos ayudaron poniendo todo de su parte y conseguimos montar un sistema bastante optimizado. Con lo cual, ya desde el lunes por la mañana pudimos empezar a operar cataratas el Dr. Ramón Cobián y el Dr. Rodríguez-Ratón. Así, empezar a devolver capacidad visual a pacientes que en su mayoría no veían nada de antemano.
El plan era operar 10 cataratas por la mañana y 10 por la tarde. Sin embargo, numerosos inconvenientes como pérdidas de iluminación, sistemas de esterilidad o casos complicados retrasaron algo la marcha. El Dr. Mendoza, anestesista, consiguió relajar a los pacientes con anestesia en el ojo. Además, también con un trato humano excepcional, ayudado por la enfermera Regina. ¡Y entre inconvenientes e ingenio para sortearlos, se consiguieron intervenir 92 casos con éxito!
Todos los esfuerzos se vieron compensados por la alegría que se veía en los pacientes al día siguiente. Esto es máximo cuando, tras retirar el parche protector, manifestaban su alegría. En muchas ocasiones, era difícil comunicarse porque no hablaban más que algún dialecto local. Pero sus expresiones eran suficientemente reveladoras.
Por mi parte, agradecer la oportunidad a la Fundación Elena Barraquer de participar en esta labor solidaria. Esperamos que sigan en su incansable trabajo por mejorar la calidad de vida de las personas sin visión; sobretodo en países en vías de desarrollo.
Testimonio de la expedición médica a Senegal publicado en el blog de la Fundación Elena Barraquer
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