Uveítis
¿Qué es la Uveítis? Tipos de Uveítis: Anterior, Posterior, Intermedia. Síntomas, causas y tratamientos
¿Qué es la Uveítis?
La úvea es la capa de tejido que se encuentra en la zona intermedia de la pared ocular. En de componente principalmente vascular y pigmentado, esto significa que tiene muchos vasos sanguíneos y es colorada bien por los vasos o por melanina.
Se compone de tres partes: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Solo el iris se puede ver desde el exterior, ya que es lo que da el color de ojo. El cuerpo ciliar se encuentra oculto tras el iris y tiene la función de producir humor acuoso para dar tensión al ojo. Por último, la coroides recubre internamente la retina para dotarla de vascularización y nutrición.
La uveítis consiste en una inflamación de la úvea y suele iniciarse de manera súbita, aunque existen casos lentos. Su síntoma característico es el dolor ocular, especialmente agudizado por la luz, se denomina fotofobia. Además, se suele acompañar de ojo rojo. Es más frecuente la afectación unilateral de un solo ojo.
La incidencia aproximada de uveítis es de 1 caso por 1.000 habitantes y año. Se da con mayor frecuencia en personas en torno a los 35 años, y puede asociarse a otras enfermedades inflamatorias.
Tipos de Uveítis
Existen varios subtipos de Uveítis: cada presenta unas características diferentes.
Uveítis Anterior
Es el tipo de uveítis más común. Produce una inflamación del iris y del cuerpo ciliar. Su característica predominante es la inflamación ocular anterior, asociando mucho ojo rojo y fotofobia.
Uveítis Intermedia
Este subtipo de uveítis afecta al cuerpo ciliar. La inflamación se centra principalmente en el gel vítreo, aunque puede afectar a estructuras cercanas. Es un tipo de enfermedad que se percibe como una reducción de visión progresiva con leve inflamación. Tiene más tendencia a afectar a los dos ojos
Uveítis Posterior
La uveítis posterior provoca la inflamación de las coroides y, en muchas ocasiones, puede afectar a la retina, provocando una coriorretinitis. Se deben descartar asociaciones infeccionas, por ejemplo, por Toxoplasma.
Uveítis Herpética
La uveítis herpética está mediada por el virus del Herpes y suele afectar tanto a la córnea como al iris, por lo que se denomina Queratouveítis.
Suele tener afectación anterior y unilateral. Este tipo de uveítis cuenta con diversas características propias que lo hacen fácil de identificar:
- Presencia de cicatrices corneales.
- Atrofia sectorial del iris.
- Hipertensión ocular.
- Precipitados celulares queráticos.
Uveítis Granulomatosa
La uveítis anterior granulomatosa es una forma rara de afectación ocular. Su característica principal es la presencia de precipitados retroqueráticos gruesos, nódulos granulomatosos situados en el iris a nivel de la pupila (nódulos Koeppe) o sobre el estroma del iris (nódulos de Bussaca).
En este tipo de uveítis, de no recibir un tratamiento adecuado, puede predisponer a desarrollar cataratas, glaucoma o queratopatía en banda. Se deben descartar asociaciones sistémicas.
Uveítis Bilateral
Aunque la uveítis suele cursar de manera unilateral puede, en ciertas ocasiones, producirse simultáneamente en ambos ojos. El grado de afectación así como los síntomas asociados pueden ser diferentes en cada ojo. En el caso de darse, se orienta más a una afectación asociada en el resto del cuerpo, por lo que se debe hacer un estudio ampliado.
Uveitis Hipertensiva
En ciertas ocasiones la uveítis puede estar asociada a una alta tensión ocular, una patología conocida como uveítis hipertensiva. Es importante controlar este tipo de uveítis, para evitar que el problema derive en mayores complicaciones como glaucoma, que es un daño irreversible del nervio óptico
Uveítis Crónica
Las uveítis anteriores crónicas son procesos que tienen una mayor gravedad ya que una vez los síntomas afloran, el ojo ya está seriamente afectado.
Síntomas Uveítis
Dentro de los síntomas más característicos de la uveítis podemos encontrar:
- Enrojecimiento súbito de ojos.
- Dolor de origen ocular.
- Fotosensibilidad o sensibilidad extrema a la luz.
- Visión borrosa y dificultad para ver con claridad.
- Visión limitada.
- Fotopsias o destellos de luz.
- Moscas volantes o miodesopsias.
Los síntomas asociados a la uveítis suelen aparecer de manera súbita y empeorar de forma brusca. Existe la posibilidad de que no cause síntoma alguno. Por ello, es fundamental realizar revisiones rutinarias periódicas en el Oftalmólogo.
Causas Uveítis
La mayoría de las Uveítis no tienen una causa conocida y se denominan idiopáticas. En ciertos casos graves o de repetición, se debe descartar una enfermedad inflamatoria o una infección.
Enfermedades inflamatorias
Patologías como la artritis reactiva, la artritis crónica juvenil y la artritis psoriásica pueden ser causa de la uveítis.
- Enfermedades autoinmunes como el lupus, la poliarteritis nodosa, la enfermedad de Behcet o el síndrome de Sjögren.
- A su vez enfermedades como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Whipple, la amiloidosis o incluso la celiaquía pueden ser causa de la uveítis o propiciar su aparición.
Enfermedades Infecciosas
Las infecciones se pueden dar tanto por bacterias como hongos u otros paraísos.
- Toxoplasmosis
Frecuente en sujetos inmunocompetentes y originado por una reactivación de una infección previa, este tipo de patología produce necrosis retina y lesiones coriorretinianas pigmentadas.
- Tuberculosis
Esta enfermedad puede afectar al segmento anterior y posterior del ojo. Suele ser crónica. Se trata de una causa poco frecuente dada la erradicación de la enfermedad.
- Virus del herpes
El virus del herpes produce queratitis asociada a la uveítis anterior y, aunque con menos frecuencia, posterior.
Tratamientos para la Uveítis
La uveítis requiere de un tratamiento inmediato para disminuir la pérdida de visión asociada, por lo que un diagnóstico precoz es de vital importancia.
Los colirio con corticoides son los medicamentos más rápidos en reducir la inflamación y el dolor.
Además, pueden asociarse colirios midriáticos para mantener la pupila dilatada y evitar dolor y desarrollo de cicatrices crónicas, denominadas sinequias.
Si la Uveítis ha sido causada por una infección, el tratamiento adecuado son los antibióticos de amplio espectro y corticoides para rebajar la inflamación.
En el caso de que el paciente presente otro tipo de complicaciones como Glaucoma, Cataratas o Neovascularización, será necesario hacer un estudio para poder ofrecerle el mejor tratamiento en su caso.
Realizar una revisión completa ante el síntoma de fotofobia o ojo rojo es la mejor manera de prevenir la uveítis y descartar otras enfermedades; es la clave para proteger tu salud ocular y prevenir futuras complicaciones.
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