¿Qué es el Queratocono?

Actualmente, no se conocen con exactitud las causas del Queratocono aunque sí existen ciertos factores que predisponen a tener la afección.

• Factores genéticos: un alto porcentaje de pacientes tiene familiares de primer grado que han sufrido o están sufriendo esta afección. Esta herencia puede darse de padres a hijos o mediante un patrón de herencia esporádico, saltándose varias generaciones.
• Factores ambientales: la exposición a los rayos ultravioleta también puede fomentar su aparición.
• Rascado de ojos contínuo: su aparición es algo usual en pacientes que, por ciertas alergias, tienen este tipo de hábitos.
• Consecuencias de un traumatismo en el ojo.
• Uso indebido de las lentes de contacto.
• Irritaciones prolongadas en el ojo.
• Trisomía 21 (Síndrome de Down) y Síndrome de Ehlers-Danlos.

En las fases iniciales del Queratocono, la patología sólo causa problemas visuales asociados a la miopía o al astigmatismo así como a una visión borrosa o diplopía.

En fases más avanzadas, puede dar lugar a deslumbramientos o fotofobias.

La evolución de la patología depende de cada paciente.

Lo normal es que la aparición de síntomas sea más abrupta en pacientes más jóvenes y gradual en adultos. En cualquier caso, es importante consultar con un especialista ante cualquier problema de visión: sólo un profesional podrá diagnosticar la presencia y avance de la enfermedad y proponer el tratamiento más adecuado.

Cuando un paciente va al oftalmólogo aquejado por alguno de los síntomas descritos anteriormente, el profesional realiza un examen del ojo para confirmar o descartar el diagnóstico.

La exploración se hace mediante una lámpara de hendidura que aprecie, con todo detalle, el grado en el que se encuentra el Queratocono. Se trata de una información de vital importancia a la hora de optar por un tratamiento u otro.

A su vez, se realiza una topografía corneal, así como una queratometría que mide la curva de la córnea para determinar, con mayor profundidad, en qué estado se encuentra.

Entre los tratamientos más comunes para el Queratocono podemos encontrar:

1. Lentes de contacto. En casos de patología no muy avanzada, se puede usar unas lentes de contacto personalizadas con el fin de corregir la visión. Las lentes permeables al gas son la mejor opción cuando las lentes de contacto estándar o las gafas no consiguen controlar la patología. Este tipo de lentes cubren la córnea y la acondicionan para que pueda tener una superficie uniforme. Sin embargo, no actúa sobre la progresión ni da una solución definitiva al problema de base.
2. Segmentos de Anillos Intracorneales. Cuando las lentes de contacto no son toleradas por el paciente o no consiguen los resultados esperados, se puede reformar la córnea mediante implante de segmentos intracorneales artificiales. Se fabrican a la medida del caso concreto y el objetivo de estos anillos es regular la curva de la córnea para disminuir las aberraciones, como el astigmatismo y el coma, ocasionados. Estos segmentos se componen de unas piezas de PVC transparentes con forma arqueada que se introducen en la córnea y la aplanan con el paso del tiempo. Actualmente, es una técnica de bajo riesgo gracias al uso de Láser de Femtosegundo para crear el canal de implante del anillo. Se realiza en el día con anestesia local.
3. Reticulación corneal o Cross Linking. Con esta técnica, conocida como entrecruzamiento del colágeno corneal, se fortalece el tejido con el objetivo de detener la curvatura de la córnea. Este tipo de procedimiento puede darse con o sin retirada del epitelio. Se indica para frenar la progresión en casos que están avanzando actualmente.
4. Trasplante corneal. Cuando la patología se encuentra en fase avanzada, puede haber adelgazamiento extremo, cicatrización e incluso perforación; por lo que la córnea no admite tratamiento y la solución pasa por un trasplante de córnea. Hoy en día, se usa un trasplante lamelar para reemplazar las capas afectadas selectivamente, y se intenta conservar en todo momento el tejido sano restante del ojo.

Actualmente, no se conocen medidas que sean capaces de prevenir al 100% la enfermedad. Sí que es importante evitar el rascado de los ojos en las edades infantiles o juveniles, porque favorece el desarrollo de la enfermedad. Además, es clave realizar revisiones en el Oftalmólogo ante pérdidas de visión no explicables ni corregibles con gafas; podría ser causado por el queratocono.

Esta recomendación es aún más importante si el paciente tiene familiares con este tipo de patologías, debido a su componente hereditario.

Un diagnóstico precoz y un tratamiento apropiado son cruciales para prevenir daños mayores.