La Diabetes puede dañar la retina. En ese caso, denominamos Retinopatía Diabética. Es una de las complicaciones vasculares de pequeño vaso más frecuentes, se afecta igual que el riñón. Suele afectar a ambos ojos, aunque el daño sea asimétrico. En un estadio inicial de la enfermedad puede no presentar síntomas como pérdida de visión, pero con el tiempo puede empeorar y provocar dicha pérdida.
El principal factor de riesgo es la diabetes, su tiempo de evolución y el grado de control. Hay que sumar otros factores de riesgo vasculares, como la falta de control de lípidos en sangre, un embarazo, tensión arterial elevada o tabaquismo. Debe extremar las precauciones y llevar un control estricto de estos aspectos. Su Médico de Atención Primaria le asesorará al respecto.
La retina se nutre de una red de vasos sanguíneos. Dichos vasos se van deteriorando cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados durante un largo periodo de tiempo. Las paredes de los vasos acumulan daño y se hacen incapaces de mantenerse estancas. Por ello, empiezan a deformarse y la sangre se fuga. Ese deterioro es lo que denominamos Retinopatía Diabética.
Cuando la sangre no llega bien a algunas zonas, se produce isquemia y crecen neovasos para dar nuevo riego. Sin embargo, este nuevo entramado de vasos es imperfecto y sangra, por lo que empeora la enfermedad.
Puedes notar visión borrosa, así como una nube o velo en ambos ojos. Suele ser progresivo en el caso de una retinopatía no proliferativa, pero puede debutar de manera abrupta en caso de un sangrado intraocular, asociado a casos de Retinopatía Proliferativa.
También provoca otras enfermedades secundarias, como el aumento de la tensión ocular o el desarrollo de cataratas. Todas estas enfermedades, tienen tratamiento y deben ser estudiadas cuanto antes.
Según sea el caso, hay diferentes tratamientos disponibles. Principalmente, se recurre a la inyección intraocular de fármacos intravítreos para reducir la incompetencia vascular y que se deje de fugar sangre de los vasos. Además, existe la opción de tratamiento con láser para destruir zonas de isquemia y detener el avance de los neovasos. Así como es posible la coagulación selectiva de algunas partes de los vasos, denominados microaneurismas, y que provocan edema de la retina en la zona.
Además de seguir las revisiones del médico de cabecera y del Oftalmólogo anualmente; hay factores que recomendamos evitar ya que agravan la retinopatía diabética. Por ejemplo, el consumo de alcohol y tabaco. También conviene revisar la dieta con un endocrinólogo y revisión habitual de peso, hipertensión arterial y niveles de colesterol.
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